Los principales beneficios que el caballo aporta a las personas que se relacionan armoniosamente con ellos podemos englobarlos en varios aspectos:
Psicológico:
- Aumenta la confianza en uno mismo; en la equitación la persona actúa como líder que trabaja con el caballo logrando que éste reaccione a nuestras ordenes tanto de dirección como de movimiento y todo ello de una forma voluntaria. Estar en contacto con caballos y montarles trae consigo desafíos diarios, que le obliga a la persona a pensar creativamente acerca de cómo resolver un problema en particular y encontrar qué funciona mejor.
- Reduce el estrés; estudios recientes han demostrado que incluso la interacción limitada con los animales puede proporcionar una disminución de la presión arterial y de las hormonas asociadas a las reacciones de estrés. El ejercicio físico es un mediador científicamente reconocido y está claro que las actividades equinas proporcionan ejercicio a las personas que las realizan.
- Trabajamos el autocontrol personal al desarrollar nuestras capacidades como jinetes y amazonas. Las frustraciones que se pueden tener cuando no logramos realizar correctamente los ejercicios con el caballo, o los enfados por no conseguir que el caballo nos entienda, son ejemplos de esta necesidad de aprender a autocontrolarse. El caballo no es una máquina, es un animal inteligente con el que debemos conseguir entendernos a base de paciencia y control de la situación.
- Fortalece la autoestima. El caballo no juzga ni critica por lo que podemos actuar con libertad, aprender a valorarnos y a querernos tal como somos, dejar de ser la persona que otros quien que seamos o que nos imponen en el trabajo.
Físico:
- Te mantiene activo físicamente ya que las distintas tareas que se realizan permiten quemar calorías al realizar movimientos.
- Fortalece la fuerza y el tono muscular; se utilizan un gran número de músculos con los que mantenemos el equilibrio, la posición y guiamos al animal. Es por ello que montar a caballo no tiene nada que ver con ir sentado, sino que fortaleceremos los músculos de las piernas, además de tonificar el abdomen. Todo el ejercicio de peso que la persona realiza en las actividades de equitación ayuda a reforzar la masa ósea; aspecto muy importante cuando envejecemos.
- Mientras montamos a caballo vamos movilizando las articulaciones de la columna y pelvis, así como fortalecemos el tono muscular de los abdominales y de nuestras piernas.
- Montar a caballo estimula los órganos internos al igual que cuando caminamos. Esto ayuda en la función hepática y en la digestión.
- Estar fuera y disfrutar del aire fresco recarga el organismo de una dosis de vitamina D que obtienes al estar al sol, esencial para tu cuerpo.
- Mejora nuestra postura, No se puede montar a caballo de cualquier forma, se debe hacer con la espalda recta. De esta forma, nos ayudará a ser conscientes de nuestras malas posturas y facilitará que las corrijamos.
- Mejora la coordinación y los reflejos, al tratarse de una actividad en la que tú no tienes el control absoluto, ya que el caballo es un ser vivo e independiente, estarás pendiente del entorno, del animal y de todo lo que ocurra alrededor trabajando así los reflejos y la coordinación para sobrellevar posibles cambios de ritmo.
- Disminuye la rigidez y tensión muscular, espasticidad; montar a caballo es un ejercicio perfecto para que nuestros músculos se relajen al seguir un ritmo constante y cadenciado.
- Estar sobre el caballo, que tiene una temperatura corporal mayor que la nuestra, repercute en el organismo de quien lo monta favoreciendo su circulación sanguínea.
- Favorece la adquisición de la lateralidad; la lateralidad corporal es indispensable para orientar al cuerpo en el espacio y a los objetos, que en él se encuentren, respecto al propio cuerpo. Mediante el desarrollo de la lateralidad adaptamos nuestros movimientos corporales al entorno en el que nos encontremos.
- Permite trabajar la coordinación o la disociación de miembros y su movilidad, lo que facilita la precisión de movimientos
- Beneficia al sistema cardiovascular debido a la disminución de la presión arterial
Emocional:
Relacionarte con caballos implica que se refuerce una serie de valores importantísimos para la persona: Responsabilidad, Puntualidad, Compromiso, Paciencia, Autonomía, Compañerismo, Solidaridad y Empatía.
- Potencia la concentración y capacidad de atención; cuando montamos a caballo estamos totalmente focalizados en la conexión con el animal lo que contribuye al trabajo de nuestra capacidad de concentración, mientras que, además el estar pendientes de la actividad es una forma ideal de desconexión del día a día.
- Mejora nuestra percepción corporal; montar a caballo nos hace conscientes de nuestro cuerpo y de la posición y lugar que ocupa respecto al entorno en el que se encuentra. Obtenemos mayor información de nuestro lugar espacial y de cómo podemos establecer relaciones con ese medio.
- Mejora del equilibrio vertical y horizontal
- Mejora del estado de ánimo
- Disminución de los sentimientos de soledad y aislamiento
- Aumento de las conductas afectivas y positivas
- Regulación de la impulsividad y el control emocional
- Superación de temores
- El caballo es fuente de estímulos (olores, texturas, sonidos, temperatura) que favorecen las experiencias sensoriales.
Social:
- Te mantiene socialmente activo ya que estando en una hípica conoces otras personas con las que relacionarte y compartir el mismo gusto por los caballos.
- Se trabaja el respeto, tanto a otro ser vivo (los pacientes también aprenden sobre comportamiento animal, entendiendo sus necesidades y cómo lo expresan) y la naturaleza donde habita, como a otras personas con las que compartiremos la actividad, ya sea el monitor como los compañeros.
- Estimulación de la intención comunicativa.
- Aumento de la capacidad de adaptación a nuevas experiencias vitales.
- Motiva para el uso del lenguaje oral y no oral.
- Favorece la integración en grupos y canaliza para el diálogo social, logrando una inclusión social de personas con capacidades diferentes.
- Logra una motivación en la persona para salir del aislamiento y vivir el presente disociando los problemas que uno tiene en su cabeza
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