Albin llegó a la hípica tras haber visto un anuncio en las redes sociales. Lo tenía una chica en Asturias junto a otro caballo también mayor y necesitaba una persona que los adoptara para cuidarles pues ella ya no podía seguir haciéndolo. Yo al ver en su foto sus ojos azules me enamore al instante y decidí que formara parte de mi manada, su compañero equino lo adoptó un hombre de mi pueblo. Cuando le trajeron le vi muy delgadito y comencé a darle una alimentación extra para que recuperara peso.

Llegó la primavera y con el pasto verde empezó su diarrea. Es normal que al caballo que come verde de primavera le suelte la tripa pero al tiempo se estabiliza y se para la diarrea. Con Albin fue al contrario cada vez era mayor y más liquida.

     La veterinaria le hizo analítica y me dijo que estaba bien pero en sus heces había restos de tierra y quizá eso le hubiera dañado el intestino. Le mandó  comer solo heno seco y unos medicamentos para dar con el pienso pero nada le hacía pues seguía igual. Estuvo hasta final de verano con el tratamiento y en el invierno mejoró un poco pero a la siguiente primavera otra vez y eso que le impedí comer el verde, me anticipé y le alimenté con heno pero nada volvían las diarreas liquidas así que no debía ser por el pasto verde.

   Y llegó el cólico, le vi tumbado en el prado y todo revolcado con sus crines llenas de pajas y pinchos del suelo, rápidamente llamé a otro veterinario que ya había consultado para saber otra opinión sobre su diarrea. Le tuvieron que sondar y sacar el alimento que tenía obstruido en el estómago y le pusieron suero para hidratarle. Al palparle por el recto apreciaron que tenía los intestinos girados y eso era bastante grave. Le pusieron medicación a través de bolsas de suero y a esperar a ver si lo superaba o no, tenía una mirada sin fuerza y una expresión de mucho dolor. Yo me quedé con él aquella noche, era noche de luna llena por lo que se veía brillar el pelaje de mi querido Albin. Al estar medicado le dolía menos por lo que se movía un poco y vi cómo se iba al fondo de la finca a una zona oscura al haber árboles y allí se tumbó.

Yo le observaba algo distante para dejarle tranquilo, él no se revolcaba ni nada, al ver que estaba totalmente tumbado me acerqué a él y le oí respirar muy lento casi sin fuerzas. Le di un beso entre lágrimas y me alejé pensando que ya había llegado su fin. Estuve una hora más en la finca esperando para ver si se levantaba y como no fue así me fui a casa pues era muy duro seguir allí.

    A la mañana volví y ….. sorpresa el más fuerte de los caballos de mi manada seguía allí conmigo. Estaba de pie tranquilo y su mirada era con un brillo increíble. Recordé la noche anterior  y me percaté de un acontecimiento que lo había dejado sin importancia. La luna llena se veía perfectamente toda la noche menos cuando Albin estaba tumbado que se ocultó por unas nubes y justo después de que yo me despidiera y me fuera pensando Albin se había ido para siempre, la luna volvió a brillar pues las nubes se habían disipado. Reflexioné y pensé que quizá la luna le dio brillo y fuerzas para resistir y seguir con nosotros. Quizá sea solo mi imaginación pero…..

     Al día siguiente los veterinarios le hicieron ecografía para ver sus intestinos por dentro y apreciaron una inflamación tremenda, diagnosticaron una enfermedad que se queda ya crónica en el caballo y no tiene cura fácil y menos para un caballo de 24 años como tiene Albin. Así que me dijeron que le diera la mejor vida que pudiera pues no podían asegurarme cuanto podría resistir. Que no debía preocuparme por su alimentación pues cualquier cosa podía irle bien y también mal, que simplemente le permitiera ser feliz.            

    Y en eso estamos, dándole lo mejor con nuestro amor y en las condiciones que él necesita, separado de la gran manada para evitar le persigan y con la otra yegua jubilada que tenemos, Tizona. No se le ve sufrir, come bien, con ganas y se mueve fenomenal, si está al fondo de la finca y llegamos con el pienso viene trotando como un chavalín.  

Hemos realizado una comunicación con Albin donde la mujer que le ha escuchado nos transmite los sentimientos que tiene Albin hacia su enfermedad, hacia mi y hacia la hípica Pegaso. Si sientes interés pincha en este enlace y sabrás lo que siente Albin.

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